miércoles, 1 de diciembre de 2010

Una menos diez

De todas las promesas que hice ya no me creo ninguna. Voy amontonando segunditos en los rincones a ver si de repente de ponerlos juntos se transforman en minutos y armo un día entero más. Cómo cuesta esto de andar empujando el tiempo para adelante. Como que no tengo suficiente con arrastrar cara, cartera, tetas, telefonos, camperas, bolsas y bombachas, además tengo que ir pateando el tiempo para que no se quede. Paja. Extraño la apoca en la que andaba solo. Se le debe haber salido algún engranaje, que se yo. Puta madre. Está todo roto. El tiempo, el teléfono, mi inocencia y la escalera del subte. Tiempo viejo y gordo que ya no tiene ganas de caminar. Y yo que nunca tuve fuerza.

Te me llevaste el tiempo. Ahora debe estar funcionando en algún otro lado, esta claro, porque acá se paró. No vale loco. Los relojes tratan de pasar al segundo siguiente y se quedan así, temblando, mirándome para que les diga si tienen que parar o seguir intentando. A mi no me miren che. Yo no puedo seguir empujando al tiempo. Soy vaga y débil.
Mirenlo a él que lo paró. Que se lo llevo sabe dios a donde.
No vale loco, le voy a decir a tu mamá que paraste el tiempo. Ya vas a ver la que se te arma.

2 comentarios:

  1. No se porque (o si), pero este post me recordó a esta canción http://www.youtube.com/watch?v=N9kdHXrJYF8

    ResponderEliminar
  2. será porque esa banda forma parte de mi adn e inevitablemente se me cuela no?

    ResponderEliminar